
El casco de futbol americano es un rasgo distintivo de los equipos
El casco de futbol americano es el principal emblema de un equipo de americano y su diseño corresponde a los valores y la filosofía que cada equipo elige como eje rector de su propia identidad.
Cómo se fabrican los cascos de futbol americano
Origen del casco y su utilización
En las reglas del futbol americano no se consideraba como obligatorio el uso del casco como protección sino hasta 1939, en la Liga Colegial, y hasta 1943 en la Liga Nacional.
El personaje a quien se atribuye el diseño de uno de los primeros cascos ya para uso exclusivo en el futbol americano es George Barclay Wallbridge, de Lafayette College, que mandó fabricar un arnés de tres correas de duro cuero que se ajustaban a la cabeza.
Tiempo después los cascos de cuero fueron adornados siguiendo sus costuras, por ejemplo el diseño en azul y amarillo de los Wolverines de Michigan o el de Los Ángeles Rams que al seguir la forma del caso dio origen a sus emblemáticos cuernos.
Los cascos de futbol americano pasaron del cuero al plástico con la patente del diseño de los señores John T. Ridell y John T. Ridell Jr en 1939. Esta misma pareja de inventores diseñó la correa de sujeción de la barbilla y la primera máscara de plástico.
El casco de futbol americano: historia y futuro
Colores metálicos y diseño

Cascos de futbol americano tamaño miniatura de equipos de la NFL
El casco aparece originalmente como un artículo que buscaba brindar protección, aunque muy rudimentaria, para los jugadores, pero con el tiempo se transformó en uno de los rasgos más importantes para el futbol americano, pues el casco (junto con la forma del balón) es el elemento con que identificamos el deporte y también identificamos a los equipos, porque el casco es un rasgo de identidad, un rasgo único.
Así, cada equipo busca que el diseño en el casco sea un elemento que los distinga, se convierta en un emblema que porta con orgullo cada jugador.
En la actualidad, con la tecnología en resinas plásticas con las que se elaboran los cascos, como en pinturas, esos diseños tienen texturas y tonalidades increíbles que refuerzan ese rasgo de identidad de los equipos.
Curiosamente el casco de americano también nos remonta a un pasado lejano, un pasado de armaduras y guerras, sus tonos metálicos nos recuerdan a esos otros cascos usados en la antigüedad por los soldados en los imperios griegos y romanos.
Diríamos que nos recuerda a los héroes de las grandes hazañas, los guerreros que llegaban al campo de batalla con su armadura y su casco como artefactos de intimidación, como signos de personalidad con los que llegarían a la gloria.
Hablo en específico de héroes clásicos como “Héctor, el de tremolante casco”, personaje primordial de La Ilíada, de Homero, cuyo casco de metal con cresta emplumada brillaba en el campo de batalla.
Así como Héctor era identificado por su casco, los miembros de un equipo de futbol americano son identificados por el casco que porta la imagen de su equipo: el casco mismo, sus colores y la imagen que porta son mensajes para el contrincante.
Sólo así se entiende por qué hay tantos equipos con motes de culturas guerreras o de animales en posición de ataque, con logotipos que enaltecen el vigor y la fiereza.
El hombre o la mujer que haya usado un casco de futbol americano puede hablar de la sensación de poder que encierra; los jugadores se visten para la batalla, por algo es que el casco es lo último que se ponen los jugadores.
Utilería: La armadura en el futbol americano
En ese preciso momento antes de ponerse el casco, que comprime y protege, se entiende que habrá un combate: el olor a sudor añejo característico de los cascos que han visto acción en el emparrillado, la compresión del casco, la sensación de protección que da, la tensión que crece, es la forma de entender que la hora llegó: el antiguo campo de batalla es revivido en el campo de futbol americano, más que en otros deportes: la armadura y especialmente el casco, así nos lo dicen.
Referencias
Homero. La Ilíada, Editores mexicanos unidos, 1a ed., México: 2006.
Fotografía vía Flickr, por Kevin Jones, CC BY-SA 2.0
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